Una persona paciente es aquella que no se altera, que realiza las tareas con calma, que espera lo que haga falta para conseguir aquello que desea. Además es tolerante ante cualquier circunstancia , tanto con los otros como con ella misma.

Aunque no sean muy numerosas este tipo de personas, por desgracia, si que existen y yo personalmente cada día me propongo ser una de ellas.

Hablar de paciencia en los tiempos que corren es toda una osadía. Hoy todas las cosas son para ayer…. Lo quiero ya! Nos gusta poco esperar y queremos resultados inmediatos.

Pues a pesar de eso afortunadamente , la paciencia es una virtud que puedes cultivar y nutrir con el tiempo. Estarás gratamente sorprendido al ver como la relajación y la paz mental pueden darte una alta calidad de vida.

Ya se que no es fácil y hay que estar muy motivado para ser paciente. Sin embargo, puedes y debes hacerlo porque reducirá tus niveles de estrés, mejorará tu salud y serás mas feliz. Por eso, cuando te encuentres en un estado de impaciencia, piensa y visualiza en los efectos positivos que tiene y recuerda que la impaciencia solo empeorará la situación.

Para tener más paciencia es importante interiorizar que en la vida no tenemos el control del mundo. En ocasiones, nos encontramos con situaciones en las que suceden cosas que no deseamos, pero, esto se escapa de nuestras manos. Lo mejor es aceptar que no podemos controlarlo y que seguro nos vendrán otras que nos gusten, que nos agraden. Si te enfadas porque llevas dos meses estudiando inglés y no ves resultados, debes pensar que los objetivos se plantean a mas largo plazo. Adoptar esta postura te permitirá ser más perseverante y comprender que las cosas no suceden de un día para otro.

No desesperes, disfruta del camino y cuando te encuentres con alguien que habla lento, no te alteres, escucha con atención , vive el momento y deja las prisas de lado.

Cuando las cosas no dependan de ti y , por lo tanto, no puedas hacer nada para remediarlo, sé flexible. Te resultará muy útil. No eres un genio con su lámpara, tu intervención o tu impaciencia no harán que todo vaya más rápido, así que como ya lo sabes, fija tu atención en otro punto diferente de donde se concentra tu tensión, realiza otras cosas. Además, te servirá para aprender a tolerar los defectos de los demás. Como dijo un poeta: “Mas vale paciencia y tiempo que rabia o fuerza…”

Algunos consejillos para hacer frente a la impaciencia:

  1. Respira profundo o sal a dar un paseo: la impaciencia nos estresas y encoge el cuerpo y la respiración. El cambiar de postura y respirar profundo varias veces hace que el pensamiento fluya.
  1. Date un descanso: Toma un par de minutos para no hacer nada. Sólo siéntate en silencio y piensa. No hagas nada. Seguro que conseguirás calmarte y eso es importante para desarrollar la actitud necesaria para ser paciente.
  1. Escribe lo que te estresa: te liberara de lo que llevas dentro.
  1. Aprovecha los momentos insufribles de espera, para revisar agenda, eliminar mails, limpieza de bolso o cartera, papeles…
  1. Recuérdate a ti mismo que las cosas toman tiempo.Las cosas buenas no siempre suceden inmediatamente, a veces son la suma de muchos factores y es un camino que debemos recorrer…Ahí esta la gracia de la vida aunque a veces se nos olvide.
  1. Espera menos de las personas y de las cosas: permanece abierto a los cambios de planes, a los incidentes, a que las personas somos imperfectas y a que cada uno ve la vida a su manera.

 

“La paciencia no es simplemente la capacidad de esperar, es como nos comportamos cuando esperamos” Joyce Meyer