Nos pasamos la vida quejándonos: por el trabajo, nuestra familia, amigos, por la vida que llevamos. Pero yo te pregunto:

¿Qué haces para que las cosas cambien?

¿Por qué te cuesta tanto tomar decisiones que, aunque impliquen esfuerzo, seguro te van a ayudar a mejorar?

¿Qué tal si paras y reparas?

¿Por qué en lugar de quejarte no te pones las pilas e intentas buscar soluciones?

Te recuerdo que las personas quejicas no son bien recibidas en ningún sitio, dan mucha pereza. Por lo tanto, si últimamente estas en modo queja… párate a pensar que quizás eres un tostón para las personas que te rodean. ¿A que no te gusta? Pues anímate y déjate las quejas en el cajón de la mesita de noche y empieza a tomar otra postura.

Para poder contestar a las preguntas que te he planteado, y para hacer esos cambios en tu vida, necesitas fortalecer tu autoestima.

Profundiza en tu interior. Conócete, empápate de tu esencia y cuando estés bien empapado de lo que eres, trata de mejorar, fortaleciendo tus virtudes y debilitando tus defectos.

Aunque a veces no lo creas, la autoestima verdadera depende solo de ti. Si condicionas tu satisfacción personal a las constantes fluctuaciones sobre la valoración que los otros/as tienen de tu persona, solo te sentirás bien cuando las opiniones sean al alza y te puedo asegurar que esas valoraciones tienen mas altibajos que la bolsa.

Come y alimenta tu autoestima

Como decía Antonio Machado: “Tras el vivir y el soñar está lo que importa: despertar”. Por eso te invito a que despiertes a la maravilla de ser tu mismo/a. La mesa está servida… Come y alimenta tu autoestima. Para ello te hago estas dos preguntas:

¿Qué es lo que realmente quieres en tu vida?

¿Qué te está realmente impidiendo ponerte en marcha?

Lo más importante de las dos preguntas es el realmente, ya que invita a una reflexión profunda. Si hacemos este ejercicio, nos daremos cuenta que hay algo que para nosotros/as tiene una especial importancia y también que hay algo dentro de nosotros/as que está impidiendo que nos pongamos en marcha.

Si te decides hacer esos cambios que necesitas:

  1. Conócete y encuéntrate: con paciencia y valentía, reconocerás aquellas emociones que te han intoxicado desde siempre y las fortalezas que solo te pertenecen a ti.
  2. Elige cómo quieres vivir: entrénate con voluntad para superarte personalmente, para afrontar los grandes desafíos que te esperan.
  3. Descubre que hay más allá de lo que conoces: sustituye el egoísmo por la generosidad y encontrarás la felicidad.

Recuerda siempre que…

Todos/as tenemos talentos y capacidades inexploradas. Todos/as tenemos energías dormidas. Lo que ocurre es que para que dichos talentos, capacidades y energías despierten, hay que tener una visión inspiradora, una gran determinación y una buena dosis de paciencia.

Soñar es gratis, pero el camino que hay que recorrer para hacer realidad nuestros sueños, exige de tus ganas e implicación.

LOS VACIOS DEL SER NO SE PUEDEN RELLENAR CON EL TENER