Ahora está a punto de finalizar un año, que no ha sido precisamente fácil, y tenemos a las puertas a uno nuevo, que nos brinda mil y una posibilidades para despegar, extender las alas y volar hacia la luz de un nuevo renacer.

Tal vez sientas miedo porque al principio cuando te decides a dar el paso, parece que estás en una noche oscura y no sabes muy bien que esta pasando, pero, aunque parezca que estás perdida, seguro que estás muy cerca de tener una revelación, hacer un descubrimiento, una transformación que necesita tu vida.

Es de ser muy valientes comenzar a buscarte, a superarte a ti misma y poco a poco ir expandiendo los límites de tu propia identidad.  Sólo de esta manera podrás llegar a discernir lo extraordinario de lo cotidiano y alcanzar una vida renovada.

Todas tenemos dimensiones ocultas de la realidad que no saldrán a la superficie hasta que hayamos superado nuestras tinieblas del alma, hasta que silenciemos nuestra mente enjuiciadora.

Que razón tenía Nelson Mandela cuando decía “El hombre no tiene miedo a su oscuridad, sino a su luz”

Cuando nos sintamos confundidas, frustradas, perdidas, es muy importante que colaboremos conscientemente con el proceso de transformación, y para eso hay varias cosas que podemos hacer:

1. Debemos mantener una postura digna, transmitir que estamos experimentando un proceso victorioso y que no estamos derrotadas. Si encogemos la espalda, retraemos el pecho y dejamos caer los hombros, nuestro cerebro entenderá que algo no va bien y reforzará las emociones disfuncionales. Ocurrirá lo mismo si tenemos una cara triste y un tono de voz apagado. Movámonos con fuerza, con vitalidad, transmitamos pasión en todo lo que hagamos y mantengamos firmes la voz y la mirada.

2. Valoremos el proceso que estamos viviendo, veámoslo como una gran oportunidad de crecimiento y evolución.

3. Rompe con el sedentarismo y realiza ejercicio al menos 5 días a la semana.

4. Duerme al menos 7 horas al día, porque cuando duermes el inconsciente sigue trabajando para sacar a la luz lo que ha de salir.

5. Come con moderación y sobre todo que tus cenas sean ligeras.

6. Practica la meditación mindfulness durante diez minutos dos veces al día, hasta poco a poco conseguir veinte minutos dos veces al día.

7. Evita las preguntas trampa que constantemente te llevan y atrapan a las emociones del tipo: ¿Por qué me siento mal? ¿Qué puedo hacer para estar mejor? Te aconsejo que te preguntes: ¿Qué es lo extraordinario que me está pasando? ¿Cómo puedo colaborar en mi proceso de transformación? Seguro que con estas preguntas te posiciones en la casilla de salida y no te quedes atrapada en la cárcel de las dudas.

Recuerda que si quieres sentirte llena de energía y vitalidad tienes que tener en cuenta todas tus dimensiones: la cognitiva, la corporal, la emocional y por supuesto la espiritual. Todas ellas están interconectadas y son imprescindibles para alcanzar una vida renovada.

Feliz vuelo y aquí me tienes por si en algún momento necesitas una mano amiga que te ayude en el camino de tu TRANSFORMACIÓN