Cuanto me gustaría ser estrella y luna de noche, así como sol durante el día para poder alumbrar tu sendero y no dejarte caminar en la oscuridad. Pero después necesito bajar del cielo porque está muy alto y me puedo caer y volverme a lastimar el corazón.

Qué triste hablar y no sentirte escuchada, llorar y que no enjugues mis lágrimas. Que solo veas lo peor de mi o que simplemente tu lo transformes en negatividad… Yo que siempre intento encontrar la mejor versión de ti misma. Que quiero que agarres todo lo que te rodea con una mano y acaricies tus sueños con la otra, que busques nuevos retos y sientas que es bonito vivir… vivir en plenitud y que nunca, cuando pasen los años tengas la sensación que te has dejado un trozo de vida por apurar.

No te escondas, no abandones.. Ser feliz es una mirada de complicidad, una risa tonta, un sabor agridulce, un escalofrío… pero también es saber que estas en el camino adecuado, que sabes cuál es tu destino y que cada mañana te levantas para correr tras el.

No me mires como si fuera tú enemiga, el enemigo no te ama y yo lo hago con toda mi alma, cada día, cada minuto, cada segundo mi corazón late al ritmo que tú le marcas.

No me dejes de amar nunca y sobre todo no dejes de amarte a ti misma, porque el amor lo cambia todo, lo inunda todo. No dejes que tu vida se gaste esperando amar y ser amada. Toma la iniciativa y lánzate a vivir.