Para conseguir tener un cuerpo sano es fundamental que también cuidemos nuestra salud mental y nuestra actitud ya que son la clave para tener una mayor resistencia, solidez y productividad.

Esta más que comprobado que las emociones negativas constituyen una seria amenaza para la salud, el estrés emocional erosiona nuestras defensas, debilita nuestro sistema inmunológico. De esta manera quedamos expuestos a enfermedades infecciosas como la gripe o los herpes.

Las personas que continuamente están malhumoradas, con un grado de agresividad importante y protestan por todo tienen muchas más probabilidades de padecer enfermedades cardiacas. Cada explosión de ira aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión arterial, forzando así al corazón a un sobreesfuerzo adicional que, si se repite con frecuencia, puede resultar sumamente perjudicial.

Con esto no quiero decir que debamos eliminar los enfados cuando estos sean apropiados, también existen pruebas de que su represión aumenta la agitación corporal y la tensión arterial. Todo en su justa medida es lo aconsejable para mantener un equilibrio y bienestar.

Cuantas veces tenemos prisa, no llega el autobús, o el ascensor no baja y enseguida nos ponemos nerviosos e irritados y empezamos a despotricar sobre la persona o personas que nosotros consideramos culpables. ¿Qué adelantamos? ¿Se soluciona algo con esa actitud? Mejor sería desarrollar una forma de ser más confiada y practicar la empatía que constituye un auténtico bálsamo para el enfado.

¿Qué podemos hacer?

  1. Cada vez más se están utilizando técnicas de relajación para aliviar numerosas enfermedades crónicas: cardiovasculares, algunas diabetes, la artritis, el asma, los desórdenes gastrointestinales y el dolor crónico. El aprendizaje de la relajación, de un estilo de vida sano, proporciona la ocasión de controlar sus sensaciones y de evitar así un posible empeoramiento de su condición debido al estrés y la angustia emocional.

 

  1. Práctica ejercicio físico con regularidad, por lo menos tres veces a la semana. El qué más te guste: andar, correr, nadar, bailar…. Así conseguirás bajar tu estrés y tu ansiedad. Producirás endorfinas y serotonina que te darán sensación de bienestar.

 

  1. Estimula tu cerebro con juegos que te obliguen a pensar. Lee libros que te hagan reflexionar y aumenten tu vocabulario, escribe, fórmate, amplia tus conocimientos.

 

  1. Cuida tu alimentación evitando abusar de grasas y azúcares y consume más frutas y verduras que son la gran riqueza de nuestra dieta mediterránea.

 

  1. Márcate metas y objetivos consiguiendo que te esfuerces y motives para disfrutar de cada paso que vas dando.

 

  1. Cuida tus horas de sueño es importante dormir entre 6 y 8 horas. Es importante que lo hagas siempre a la misma hora y seguir la misma rutina.

 

  1. Cuida tus relaciones personales con familia, amigos y compañeros que serán un buen pilar para combatir la ansiedad. Comparte con ellos tus preocupaciones, es importante exteriorizar y abrirse a los demás.

 

Espero que con estas pautas cuides tu salud física y mental, consiguiendo mejor calidad de vida y ser más feliz.

 

¡COMIENZA EN ESTE MOMENTO A PONER YA ALGO EN PRÁCTICA!