Aprovechando que el viernes fue San Valentín, mi post versará sobre el amor.

Me case en 1987 por lo que mi marido y yo llevamos juntos casi 27 años, madre mía y ¡parece que fue ayer! Nuestro noviazgo fue corto,  apenas dos años pero los dos teníamos muy claro lo que queríamos, estar juntos y formar una familia y así empezamos nuestra andadura con poco dinero pero con mucha ilusión y ganas de que nuestro proyecto fuera largo y solido.

La convivencia no es fácil ya lo sabéis y sobre todo nosotros que trabajamos juntos y por lo tanto compartimos prácticamente todas las horas del día. ¡Ufff! ¿qué complicado verdad? Mucha gente que nos conoce dice, “yo no sería capaz de trabajar con mi pareja”. Y ¿por que no?

Si me lo permitís voy a daros algunos consejillos o simplemente decíos que hemos hecho para a pesar de los años seguir amándonos, no como el primer día, en mi caso por lo menos, os puedo decir que mas. Cuando eres joven no valoras lo que realmente es importante, te crees que la pasión, el deseo, ocupa el 90 por cien del amor, pero hay otras cosas también muy primordiales como la comprensión, los detalles, la libertad… en fin es la suma de muchos valores lo que permite perdurar en el tiempo.

Voy a ir anotando las cosas que me parecen básicas y han sido el puntal de nuestra vida:

  • Respeto, jamás en 26 años nos hemos insultado, chillado, etc. Claro que ha habido desavenencias, enfados, dolor, lágrimas, discusiones  pero pérdida de respeto jamás. Yo creo que esto es fundamental. Si te pierdes el respeto una vez, estás perdido.
  • Cuidar con mimo y dedicación cada momento. El amor es una planta que hay que cuidar cada día, porque si no se marchita y se muere. No podemos pretender que la vida funcione sin hacer nada. Primordial que lo primero y lo último que hagas en el día sea besar a tu pareja. ¿Puede haber algo mas hermoso? No, sencillamente no.
  • Yo utilizo mucho las cartas para expresar mis sentimientos tanto los malos como los buenos, es un buen método para comunicar al otro lo que sientes sin interrupciones y sacando todo lo de tu interior, ¡practicalo!, es una magnífica terapia.
  • Aceptar los gustos y compartirlos
  • Querer a su familia como a la tuya propia.

A modo de resumen os diré que el amor es como el fuego tienes que avivarlo a cada momento porque si se apaga cuesta mucho de volver a encender. Hay que echar picardía, complicidad, humor, generosidad, dedicación, etc, etc. Vaya que te lo tienes que currar como todo lo que de verdad importa en la vida.