Esta tarde estoy desencantada. No es tristeza, ni soledad, ni desamor … es un sentimiento de desencanto.

Tal vez sea el cansancio físico y mental, a lo mejor porque llevo las gafas de cerca y percibo con más nitidez la hipocresía de algunas personas. Siento sus palabras y sus muecas que parecen amables, como púas de erizo. Noto sus manos frías y el hielo de sus venas y me estremezco.

Tarde de marzo lluviosa, de lágrima fácil, de escalofríos intensos que hacen temblar mis manos y también mi alma. Hoy necesito sentirme en calma y sin embargo mi mente es un campo de batalla con un paisaje dantesco que me desgarra por dentro. Mañana coseré mis heridas hoy no tengo fuerzas para más.

Necesito sentir el calor de las caricias verdaderas, impregnarme de vida y emoción pero mis lágrimas no me dejan avanzar y no encuentro el camino que tantas veces he recorrido alegre y llena de vida.

Hoy necesito un abrazo, de esos abrazos verdaderos y sinceros donde no se juntan los cuerpos, se juntan las almas. Un abrazo cálido, que me llene de paz, calma y tranquilidad.

¿Qué es esto?¿Un mal Sueño? Tan solo son palabras que una tarde van saliendo y no sabes explicar por que.

Mañana el dia amanecerá y todo volverá a resplandecer, son momentos tontos, de tardes tontas.