Hoy yo me pregunto ¿por qué algunas personas no entienden que mi semblante sonría con frecuencia e intente buscar el lado positivo de la vida?
Se piensan que soy una incauta y que vivo en un mundo irreal, de cuento de hadas. Yo les quiero explicar que no es cierto, que mi vida es real y además soy una mujer de acción. No me quedo en las palabras bonitas, en las ñoñerías. Siempre procuro y lucho cada día para que el mundo, mi mundo sea un poco más justo y equitativo. Intento hacerlo desde la coherencia, la justicia y sobre todo con todo el amor que soy capaz. Nunca huyo de mis responsabilidades con los demás, nadie podrá decir que ha llamado a mi puerta y no ha encontrado aliento, comprensión, ayuda… siempre en la medida de mis posibilidades tanto económicas como espirituales.
No renuncio amar y comprender al otro, intento huir de herir y que me hieran, de las críticas amargas, de diferencias irreconciliables.
Que no piensen que mi vida es fácil, que no tengo problemas, y mucho menos que me escondo de ellos. Tengo un día a día complicado por mi condición de empresaria con muchas personas a mi cargo, mi familia, mi entorno… Pero nunca pienso que mi yugo sea pesado y que tenga que poner cara de amargura. Tomo las cosas con humildad e intento con paciencia y alegría normalizar los acontecimientos de mi vida.
También tengo mis días malos, me enfado, lloro, me rebelo, meto la pata, me equivoco. Eso si, procuro no pagar con los demás estos momentos turbios.
La vida me sale al encuentro y van apareciendo compañeros/as de viaje y los tomo como amigos sin creerme superior a nadie y permanezco alerta para aprender cada día de todo y de todos.
Me alegro, saboreo y agradezco los pequeños detalles y últimamente me sorprendo a mí misma, sonriendo por la calle. Tal vez alguien piense que se me ha ido la cabeza, pero me da igual porque siempre hay personas que agradecen y devuelven esa sonrisa.
Cada día me gusta mas comunicarme con los demás y las redes sociales me sirven como una buena herramienta para conseguirlo. He conectado con personas que hacía muchos años que no sabía nada de ellas, he conocido a gente maravillosa y contacto a diario con mis amigos y eso me llena mucho mucho.
Hay mucha gente empeñada en hablar de lo malo, lo negativo, sacar la peor versión de los demás… se regodean en las desgracias ajenas e intentan amargar a los que aunque hay mucha oscuridad, siempre encuentran una pequeña luz para seguir el camino.
Yo os digo que no voy a perder mis ojos de niña que se deslumbra con el latir diario de la vida.