El pasado 21 de septiembre fue el día mundial del Alzheimer y por eso hoy le dedico este post a todos aquellos que lo sufren y a sus familiares que les ayudan a tener una vida más plena, feliz y digna.

Ya va a hacer 6 años que esta cruel enfermedad llego a nuestras vidas y se instaló en el cerebro de mi madre. Al principio me ocurrieron distintas reacciones. Información, y más información… quería saber que era y sobre todo que sería la vida de mi madre. Cuando llegaba y profundizaba demasiado, cerraba, no quería saber más, era demasiado cruel de entender. Mi vida se truncaba y una ansiedad hacia lo desconocido desgarraba mi alma. Como asimilar que ella que me había cuidado, que lo había dado todo por nosotros. Su pulcritud, su orden, sus comidas, su cariño… todo eso se iría borrando y dejaría al paso un vacio muy difícil de comprender.

maribelmunoz_coach-049Para los que no sepáis en que consiste esta enfermedad os la definiré: el cerebro es el centro de nuestra personalidad y cuando se lesiona, las neuronas responsables de la memoria y otras funciones dejan de funcionar. El resultado es que la persona enferma tiene olvidos, se desorienta, deja de comunicarse y necesita ayuda para realizar sus actividades del día a día.

Los enfermos de Alzheimer van perdiendo sus recuerdos y su identidad hasta no reconocer la realidad que les envuelve. La enfermedad dura entre 7 y 15 años. Durante este tiempo, la afectación y dependencia del enfermo es cada vez mayor.

Es muy importante la detección precoz de la enfermedad ya que supone una mejora en el tratamiento y prevención de la misma, así como la calidad de vida de los enfermos y de las personas que conviven con él. Por experiencia propia os diré que a mi madre se lo detectamos pronto y eso le esta valiendo para que su enfermedad este mas o menos estable y pueda llevar una vida dentro de lo que cabe “normal”. Es importante compartir los cuidados y no querer abarcar todo porque el camino es largo y las fuerzas flaquean. Yo aunque no tengo hermanos, me siento una privilegiada ya que la ayuda de mi padre es fundamental y por supuesto los cuidados de Tere que suple con esmero y cariño mis ausencias.

Al principio como os he contado lo pase muy mal, pero después dije ¡basta ya de lágrimas!, hay que normalizar la situación y encontrar el equilibrio emocional para soportar o mejor dicho compartir y convivir con amor sus olvidos, sus cambios de humor, su vuelta atrás. Pero lo que no ha cambiado ni cambiará nunca es nuestro amor por ella.

Mi madre nos conoce a todos y aunque pasen unos días sin ver a mis hijas, me pregunta por ellas y se pone contenta de que les vaya muy bien y sean felices. A veces pienso si llegara ese día en que no me conozca y un escalofrío me recorre el cuerpo y me hace temblar de miedo…. Pero estoy segura de que eso no llegará nunca y que nuestro cordón umbilical no lo podrá cortar ese poderoso alemán. Tal vez la semántica pueda delimitar tu conversación, pero ese corazón lleno de amor siempre estará dispuesto a derramarse entre todos los que te queremos y deseamos lo mejor para ti.

Últimamente estoy un tanto nostálgica y recuerdo el sabor de tus comidas, cuando dormíamos juntas y yo me abrazaba a ti y me sentía protegida, tus canciones… Cuanto daría por comerme un revoltiño de patatas a lo pobre con el huevo revuelto y de postre un arroz con leche de esos que ni el mejor chef es capaz de conseguir.

Ufff me estoy poniendo tontona y empiezan las lágrimas a correr por mi rostro. Quien te iba a decir a ti todo esto que te está sucediendo, tu que siempre le pedías a la Virgen que “no me dieras cuidao” expresión andaluza que nunca perdiste.

Me encanta cuando me dices que soy una obra de arte y que el Señor le ha dado una sola hija, ¡ pero vaya hija! jajaja eres única y nadie como tu para subirme la autoestima cada día.

No te preocupes cariño que yo estaré a tu lado para darte la mano y repetirte y aclararte las veces que te haga falta tus dudas, tus miedos. Porque ahora se han vuelto las tornas, y ahora soy madre la que con cariño me preocupo y cuido de que tu pequeño mundo sea fácil, blandito como una nube de algodón y tengas la calidad de vida que te mereces.

Estoy convencida que el Padre te bendecirá siempre y la Virgen guiará nuestros pasos. Juntas pintaremos el Cielo de esperanza cada día con el pincel de la fé, porque todo es posible si creemos…  Y nosotras CREEMOS.