Hoy ya no quiero lealtades vanas, no necesito amores de saldo, ni sucedáneos de amor. Ya no me conformo con cualquier cosa. Atrás quedaron las mediocridades, las hipocresías… las relaciones interesadas. Hoy necesito algo más y me niego a seguir mintiéndome y a seguir creyendo que no merezco respeto, comprensión…. cariño verdadero.
Que bello y maravilloso abrir los ojos y sentir la frescura de la mañana, los rayos de sol levantando tus pestañas para que veas que otro mundo es posible, que existen personas que valen la pena y las quieres a tu lado y otras quizás es la hora de ir soltando lastre porque tan solo te aportan desasosiego, ansiedad y con tan solo llevarlas a tu mente un escalofrío recorre tus entrañas y sientes que no, que ya basta.
Lealtad es sinónimo de nobleza, rectitud, honradez, honestidad. Esos valores tan en desuso hoy en día pero tan necesarios para fortalecernos como seres humanos y que nos ayudan a crear vínculos de confianza sólidos, generando respeto entre los individuos y consiguiendo una convivencia pacífica y solidaria.
Por eso ya no quiero traiciones, no quiero falsas monedas… esas que relucen mucho pero que al cambio no tienen ningún valor. Prefiero pocos pero buenos, prefiero una sonrisa tenue a una carcajada maliciosa y embustera. Prefiero seguir mi camino despacio y sabiendo muy bien donde piso y quien está dispuesto a permanecer a mi lado cueste lo que cueste.
Podré hacerme la tonta, parecer que no me entero pero soy consciente de cada cosa que ocurre a mi alrededor y a partir de ahora marcare con mas ahínco lo que realmente me importa y lo que de verdad vale la pena para mi. No confundamos, no es lo mismo ser tonto que hacérselo para conseguir tal vez equilibrio, armonía, convivencia. ¡Cuanto necio encubierto y cuanto sabio camuflado!
Deberíamos tomar ejemplo de los animales, su lealtad es incondicional hacia aquellos que les dan protección y cariño. No guardan rencor y siempre están dispuestos a ofrecernos su amistad. Qué diferencia ¿Verdad?
Quiero mirarme al espejo y encontrarme de frente con la mujer valiente, luchadora que soy. Quiero brillar con luz propia porque sé que soy capaz de hacerlo y aunque muchos no sepan valorarlo… ahora ya no me importa, para mi es suficiente con sentirlo. Tal vez ellos no lo hagan porque no son capaces, porque les da miedo mi brillo y en lugar de compartirlo e incentivarlo, tratan de apagarlo, desdibujarlo.
Por eso hoy he decidido nunca más vivir de las SOBRAS y mucho menos en las SOMBRAS de nada y de nadie.