No creas que en estas líneas vas a encontrar palabras mágicas, ni pócimas rápidas para dejar de sufrir rápidamente. El sufrimiento no es de quita y pon, es una condición psicológica y emocional que pertenece al mundo interno e individual de cada persona.
No hay que exterminarlo ni mucho menos obviarlo. Hay que asimilarlo y normalizarlo, porque cuando lo atravesamos y acompañamos, el dolor decrece y desaparece.
Con el sufrimiento pasa algo parecido con las heridas físicas que nos podemos hacer. Cuando una herida es pequeña, insignificante, se cura sola sin apenas prestarle atención; pero cuando una herida es profunda, importante… si no la tratamos y ponemos remedio, cada vez ira a más y puede ser peligrosa para nuestra salud.
Hoy en día la sociedad, los medios de comunicación, las redes sociales nos venden unos ideales que no son la realidad y al compararlos con los nuestros que si lo son, nos sentimos extraños, frustrados e inseguros.
El sufrimiento no tiene buena imagen, solo lo tienen “los perdedores” (nos dicen continuamente) por eso mucha gente trata de esconderlo, de negarlo y con ello no solo no consiguen solucionar su malestar, sino que lo aumentan. El peso de estar fingiendo continuamente te hace entrar en una espiral que te destruye por dentro y te anula como persona.
Yo te digo desde mi experiencia que nunca pienses que todo el mundo está feliz, que no tiene problemas, que son una familia ideal y que tu eres un bicho raro y por eso te tienes que inventar una realidad que no es la tuya. Cuanto más perfecto veas a alguien o algo seguramente es todo fachada y si rascas un poco veras que sus vidas no distan tanto de la tuya.
El sufrimiento es propio del ser humano y negarlo es obviar una parte natural de lo que en realidad somos. Es casi como querer defender la vida negando la muerte, o enaltecer la existencia del día negando la evidencia de la noche. Vida y muerte, día y noche, luz y oscuridad, felicidad y sufrimiento, son dos caras de la misma moneda y una no puede existir sin la otra.
Para finalizar y a modo de resumen te diré dos cosas que para mí son muy importantes. La primera aprende a aceptar, somos una cultura que se enfoca en los logros y en la persistencia. La mayor parte del tiempo eso funciona bien. Pero después de un trauma, la gente a veces necesita ajustarse a una nueva realidad con distintas limitaciones. Pensar que la vida puede continuar como antes se transforma en un obstáculo que nos impide avanzar.
Fíjate en las brechas que hay entre tú y el mundo. Y luego toma las piezas y las brechas y utilízalas para concebir una nueva creación. Una nueva forma de ver la vida. Una nueva forma de enfrentar los desafíos. No podemos estar reconstruyendo, mejor construyamos otra realidad más acorde con nuestra situación actual.
Segundo nunca olvides que nos necesitamos unos a otros porque cuanta más conexión directa tengas con las personas de tu entorno, familia, amigos, conocidos, mayor será tu bienestar.
No te compliques la vida ni se la compliques a los demás, procura cada día hacer fácil la estancia en el mundo y estar conexionado con todo lo que late cerca de ti.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.” Viktor Frankl