¿Quién ha dicho que las gorditas no tenemos glamour? Pues claro que lo tenemos, el glamour no solo tiene que ver con la ropa, es también una actitud, un brillo y luz en la mirada y eso no es cuestión ni de altura ni de peso… es caché.

No hemos elegido nuestro aspecto físico ni el lugar en el que nacimos o la época en que estamos. Pero si decidimos qué hacer con aquello que nos ha sido dado, qué hacer con aquello que prefigura nuestra identidad. Tenemos la potestad para conducir nuestra vida.

Yo no quiero potenciar en estas líneas el sobrepeso, lo que sí quiero hacer es valorar los esfuerzos de aquellas mujeres que luchan cada día por mantener el tipo y lucir bellas a pesar de no tener una talla 38, 40, 42. Porque son bellas aun con unos kilos de más.

Las personas que están delgadas que no tienen problemas de sobrepeso piensan que es fácil su situación y que si estamos gordas es porque queremos. Bueno amigas eso no es tan fácil… y muchas de vosotras sabéis de lo que hablo. A mí me gustaría perder por cuestiones de estar más ligera y por tener mejor calidad de vida, de salud en el futuro, pero me cuesta mucho conseguirlo. Lo importante es que estoy en el camino y mientras tanto me quiero, me veo estupenda y sin arrugas jajaja.

Yo tengo 56 años y de un tiempo a esta parte con bastantes kilos de más pero no por eso me abandono y me amargo. Para nada. Procuro ponerme cosas que me estilicen, complementos que animen y den vidilla. Cortes de pelo y maquillaje glamurosos. Lo más importante lucir una bonita sonrisa. En fin, que a pesar de mis kilos estoy ahí dispuesta a comerme el mundo.

¿No os ha pasado alguna vez que alguien os mira por encima del hombro porque se cree superior a ti por estar más delgada, por lucir tipazo? Pues a mí me dan pena la verdad porque seguro que mi interior y mi fuerza están por encima de su bonita imagen exterior.

A la sociedad le molesta la gente diferente, porque los defectos de los demás, resaltan sus propias inseguridades.

Te aconsejo que no busques el reconocimiento fuera porque así no te lastimaran. No necesitas que nadie te apruebe, tú ya lo hiciste y eso es más que suficiente.

Tanto si has decidido adelgazar como seguir con tu peso procura aceptar tu situación y llévala con orgullo y desparpajo. No se es mas feliz por estar delgado, uno es feliz si decide serlo y tomarlo como opción de vida.

“La mayoría de miedos de ser rechazado descansan en el deseo de ser aprobados por otras personas. No bases tu autoestima en sus opiniones” Harvey Mackay.