Muchas veces no nos damos cuenta que estamos creyendo en hechos que consideramos reales, cuando resulta que esa realidad se ha formado en nuestra mente a partir de pocas experiencias o paradigmas probablemente sin sentido.

La mayoría de nuestras creencias nos vienen de la infancia, de la opinión de personas que unas veces desde el cariño y otras desde la pura ignorancia, decidieron ponerte una etiqueta y tu la asumiste como cierta y la sigues llevando tatuada sin tan siquiera cuestionarte si es verdadera o falsa.

Todo en la vida funciona con el cristal o el enfoque que le des. La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa.

¡Cómo cambia tu realidad cuando cambias tu manera de pensar!

Lo vamos a ver con un ejemplo que siempre se comprenden mejor las cosas. Imaginemos tres escenarios distintos:

SE PONE A LLOVER

  1. Estas un domingo en casa viendo pelis y comiendo palomitas sin intención de salir a ningún sitio. De repente se pone a llover. ¿Cómo percibes la lluvia?… seguramente con indiferencia.
  2. Ahora piensa que eres un/a agricultor/a que llevas esperando la lluvia para tus cultivos. Te sentirías eufórico/a y agradecido/a porque está lloviendo.
  3. Por último, vamos a suponer que es el día del concierto que llevas años esperando y se suspende por la lluvia. Posiblemente te enfades mucho.

El acontecimiento es el mismo: la lluvia, pero en cada momento la percibes de una manera diferente.

No es el evento como tal el que tiene implicaciones positivas o negativas. Así como no lo fue en su momento, el rechazo o insatisfacción (desilusión) de tus padres, profesores, amigos. Todo aquello que te has creído puedes cambiarlo si no está resonando contigo. No lo demores más y empieza a vivir en coherencia con lo que piensas, sientes y haces para así sentirte en paz.

A medida que vas cambiando tus filtros, es decir, tus creencias y comportamientos, irás generando nuevos patrones de conducta. Esto comprende un trabajo precioso de autoconocimiento y de elegir quién queremos ser en cada momento.

«Las ideas se tienen; en las creencias se está» Ortega y Gasset

Ya sabes que a mí me gustan las cosas sencillas porque es más fácil de hacer y de seguir. Te voy a dar unos pasos que te van a ayudar a hacer esos cambios que necesitas:

PRIMER PASO: ser consciente de ellas, detectarlas, ponerles nombres y apellido.

SEGUNDO PASO: dejar de reforzarlas.

TERCER PASO: empezar a cuestionarlas. ¿Para qué me sirve? ¿Es una realidad o solo está en mi mente?

CUARTO PASO: transformar tu creencia limitante en potenciadora. Abrir tu mente a la abundancia

  • Basándote en el amor y la felicidad
  • Confiando en ti y en la vida.
  • Pensando en la forma Ganar-Ganar
  • Generando aceptación y compasión.

Empieza ya a detectar todo aquello que no te aporta nada y la mayoría de las veces te está haciendo daño e impidiendo conseguir tus sueños.

Aprende a gestionar tus conflictos internos y con ello conseguirás combatir tus miedos y tus sufrimientos que te bloquean física y mentalmente.

«Las personas que encuentran una finalidad, un objetivo, un sentido a su vida, tienen más razones para ser felices” Marian Rojas